Confieso que en el último quinquenio no he sido una mujer ¨buena¨.
Confieso que he traicionado, que he mentido.
Confieso que me he enamorado, al menos 2 veces.
Confieso que he besado solo por besar y que he dicho te quiero sin sentirlo.
Confieso que he sido cruel… y lo he disfrutado.
Confieso haber tenido más sexo que haber hecho el amor.
Confieso disfrutar del sexo, aun cuando sea salvaje.
Confieso haber llorado por amor.
Confieso haber extrañado a un hombre que me lastimó.
Confieso que, de vez en cuando, aun lo extraño.
Confieso que no soy una mujer fácil.
Confieso que tengo un carácter fuerte.
Confieso que me atraen más los hombres inteligentes que los ignorantes,
(sin importarme el cuerpo).
Confieso que me gusta más amar que sentirme amada.
Confieso que extraño a mi padre ausente todos los días.
Confieso que tengo varias personalidades, no todas ellas buenas.
Confieso que amo a mi país.
Confieso que escribo por el placer de sentirme leída.
Lo confieso… soy culpable.
Un pedacito de Mar 
Conozco y experimento a diario algunos sentimientos de culpabilidad que nos hacen un poco más grande, al menos nos llena el pecho con sabores que rara vez experimentamos…..
Sé culpable, todos los somos…. sólo resta el saber disfrutarlo…..
Mi culpabilidad es asumida.
Nunca he dicho que no disfruté el juicio.
en otros tiempos habría falta tortura para arrancar estas confesiones… pero hoy tu disfrutas el juicio… te torturó el placer de sentirte leída? 😉
Se podría decir.
A veces las torturas no son tan malas como las pintan, a veces son estimulantes.
Me gusta lo que confiesas y como lo haces.
Confieso que, por todo lo anterior, eres una mujer irresistible 🙂
Crecés, Mar, hasta en tus placeres culposos crecés
Sólo un poco querido J, sólo un poco.
Somos dos Mar 🙂