Ella irrumpe en el escenario con un vestido corto y muy ceñido. Los tacones de punta repiquetean en el tablado de madera mientras que sus labios rojos se curvan en una nerviosa sonrisa.
Ya es hora de empezar el espectáculo, el teatro está lleno, y para colmo, ella es una de las primeras, a quién se le habrá ocurrido el montaje del maldito monólogo?
El vestido, muy tirante, es algo incómodo para moverse en el escenario, sin embargo, el personaje es una empleaducha un poco descarada que va para una fiesta… el vestido es necesario.
Apurada, comienza a recitar una por una las líneas del texto aprendido.
Ya han pasado 5 minutos, todo va bien… de repente, en medio de una parte especialmente emotiva, se le olvida el texto.
***
Sudando y con los ojos llorosos me despierto. Estas pesadillas siempre me acosan cuando se acerca la función. Menos mal que aun me queda una semana. esperemos que a mi no se me olvide el texto.
Un pedacito de Mar 
Eso me ocurría en un brindis por el zonzo,
lo que pasa que después de esos 5 primeros minutos todo fluye muy normal.
Espero que así sea, aunque igual los nervios pueden traicionarme, recemos por lo contrario.
la peli me encantó y por supuesto, se me salieron hasta los mocos llorando… pude contenerme casi mientras duró, pero cuando lo llamaron y le dieron la buena noticia, no pude aguantar más…
y mi amor me mira y me dice «tuti, pero si ya pasó lo malo!»
hermosa!