Fue un especie de encuentro corto. Solo fueron 15 minutos.
Ella, con la falda alzada, miraba al horizonte, él, detrás, en el balcón semiderruido, le hacía el amor.
El mar se delineaba ante ellos, y el malecón, lleno de turistas, les sonreía cómplice.
Delicioso y cómplice
felicidades por san valentin chula
Gracias Casper, espero verte mañana.
🙂