
Hace un año, en uno de esos momentos en que parece que el mundo te aplasta, al salir a calmarme las penas con el humo habitual, me dibujó una sonrisa un cartel.
Justo de la nada habían aparecido, como si alguien las hubiese pintado sólo para mí, las letras necesarias para levantarme del suelo, para recogerme los pedazos… para continuar.
“Paso a Paso” eran las únicas palabras del cartel, “Paso a Paso”.
Hoy, que la nostalgia me acecha, que tengo atravesada a mi familia en la garganta, vuelvo a la pared de enfrente, respiro lentamente, me fumo mi cigarro y entro a trabajar. Paso a paso, repito quedamente, paso a paso.
Paso a pasito y todo llega y todo termina. 😉
el tiempo Rosana… el tiempo lo puede todo.
Por estos días me dicen mucho eso, jejejejeje Y yo con ganas de que finalmente pase. Me encantaría tener tu cartel frente a mi puerta!
Un día llégate a mi trabajo… yo te lo enseño
Paso a paso, no tengas prisa. respira hondo y saborea, verás qué bien te sientes.
Ven que te achuche, preciosa.
Muackisssss
Sólo me hace falta visitar el malecón por un ratico 🙂