Primero: hay que leer como se debe, con el libro apoyado en las piernas de un cuerpo (o en la espalda, da igual el caso) mientras de la boca van brotando las palabras en alta voz.
Segundo: para leer correctamente hay que hacerlo (ojo) con la piel desnuda, con el pelo suelto… tanteando, como Braille, las marcas sutiles que dejan las letras sobre la hoja y murmurando en voz baja las acotaciones que da el autor.
Tercero y último: al final del libro, cuando la emoción haya sustituído las lágrimas (con un buen libro siempre se llora), hay que agradecer a las piernas, o a la espalda que sirvió de base. Ustedes ya pueden escoger el cómo, aquí no creo que haga falta entrar en detalles.

Tomo nota.
Saludos.
Pues sí efe… son consejos sanos 🙂
Yo pongo una laptop al revés para apoyar el libro. Atril 2.0
Eros…parece mentira que tengas ese nombre!!!
Con tus métodos es difícil concentrarse.
Mi modus operandi usual es con un Long Island autopreparado.
Pero Eros!!! que no se diga!!! si la idea es esa misma!!!
Voy a empezar un servicio de lectura a domicilio. Desde Pinar del Río hasta Sancti Spiritus.
Cool!, i’ve done it before…. really exciting! (the reading, of course!) 😉
Thnks for the advise, Mar!
se hace lo que se puede 🙂
También sería bueno que alguien leyera el libro con unos cinco o seis personas escuchando, una buena dicción es imprescindible. Así mi espalda estaría más cómoda. Podemos leer por turnos. 😉 feliz semana!
Ah Carmen!!! pero qué buenas ideas usted propone!!!
Me parece genial que te guste 🙂
Y…Como lo agradecerías?. Cuidate
Ah plared… ya dije en el post que estos detalles son secretos 😉