Él camina triste, melancólico… arrastrando sus sueños sobre la arena. Con su equipaje al hombro, lleno de antiguas dudas, viaja. Lentamente camina. Las olas, a su paso, eliminan sus tristezas.
A mi padre
El agua era de cristal, la luna llena y mis pies se vislumbraban a pesar de la hora. La calma de la noche me susurraba tu nombre. No te lo he dicho nunca, pero Varadero es tu segundo nombre. Cada año, cada verano, cada semana, tu imagen es mi primer recuerdo cuando visito playas extrañas,... Leer más →
Rumbo a Ítaca
Lo anuncio públicamente: María ha muerto. Anteayer, mientras un tornado asolaba a Oklahoma, despacio, casi sin hacer ruido, regresó a la mar. Ann volvió a tener el control del barco que navegaban. Y aunque el timón aún le parece grande (recuerden que la rubia es pequeñita), lo mantiene firme. Penélope viaja en la cantina enseñándole... Leer más →
La búsqueda
A veces una se lanza, en paracaídas, y el cielo se ve precioso desde la altura. Otras veces, sin embargo, este se nubla, de repente, y el aterrizaje se hace forzoso. Miles de paracaidistas pierden la vida en la travesía.
La ventana
De vuelta a casa, cuando el humo de los cigarrillos me envuelve en una nube gris, desaparezco. Me cubren la escapada minutos silenciosos que se le corren al tiempo. La ventana de mi cuarto no hace ningún sonido cuando me marcho. Es mi cómplice.
Pulgarcita
A veces quisiera ser pequeña como Pulgarcita y agarrarme por las tardes a algún pétalo de flor. Volar entre los claveles con sólo un soplo de viento, y robarme de las nubes un tenue rayo de sol. A veces esta agonía de sentirme tan inmensa me lleva hasta la ventana que comienza en mi balcón.... Leer más →
Irracionalmente
A veces, cuando camino, me imagino las historias de las personas que se cruzan en mi andar. Una vez, sólo una vez, me invadió tanto la tristeza que, en medio de una parada, comencé a llorar. Me dibujé tan detalladamente la vida de aquella mujer que las lágrimas se me salieron solas. No pude hacer... Leer más →
El final
A veces las cosas se acaban y no entendemos por qué. A veces simplemente se terminan. Otras veces, quizás las menos, el final llega porque es lo adecuado, porque es lo que dicta esa “conciencia” que de vez en cuando perdemos y se empeña en aparecer justo cuando menos la necesitamos, o lo que es... Leer más →
Desierto
Los caminantes de aquel desierto contaban siete dunas en el camino. Eran pequeñas elevaciones que interrumpían el trayecto y que, de vez en cuando, en las tormentas de arena, les servían de refugio. Muchos se perdieron en el paisaje... fueron pocos los sobrevivientes.
Después de ti…
Después de ti queda el mar (con sus oleajes), como después del invierno queda la primavera. Después de ti quedan también los gorriones del parque, y las mariposas, y los lirios blancos. Quedan las secuelas de tu partida en papeles, ya no amarillos sino blancos, y alguna que otra foto guardada en mi caja de... Leer más →