Es tarde, llevo esperándolo 40 minutos.
El reloj se burla de mi impaciencia y el cantinero me guiña un ojo.
El refresco, ya caliente, me mira de forma condescendiente.
Saco un papel y escribo… del tiempo, de la vida, del aburrimiento.
La noche es joven y yo pido un deseo:
ojalá que la espera valga la pena.
40 minutos algo variables, ya tu dices, el reloj se burla de ti…….
finalmente……la espera valio la pena? por una parte se prefiere pensar que si…….y por la otra?
Quizás… siempre es bueno dejar las cosas con un velo de misterio y duda.
Así es más interesante, no crees?
si, mas interesante inicialmente……..al final todo es solo cuestion de tiempo…..
Para eso sirve la espera: para escribir, para imaginar.
…y quizás para descubrir por donde la luz del sol se captura mejor.