Y él estaba ahí… buscándola.
Pero ella no apareció.
El rastro de su perfume inundaba la escena y las flores semimarchitas le daban a la estancia un toque de distinción. Nunca llegó, los rayos de sol le derritieron las alas, sobrevoló muy cerca del sol.
Cuando la encontraron solo flotaba en el mar su velo y mechones de pelo rojo.

Ícaro femenina y pelirroja?
Algo así… ángel que renunció a las citas con dandys en el bosque.
Antes de ver su rostro pensó en explicar, para
variar, que estaba «rotando». Pero no hizo falta
porque le dio el ultimo a quien estaba esperando.
Una muchacha que se deja abrazar por bufandas de cuadros
negros y que aunque tiene el cabello besado por el fuego,
en el fondo le divierte ser hija del sol.
Me encanta esa metáfora, me gusta eso de ser besada por ek fuego y ser hija del sol.
Suena místico…
te lo dije
los rayos cosmicos
Cada vez que tengo un chance vuelvo a leer tu piropo (mi mejor piropo). Son en esos momentos cuando lamento haber cambiado la manera en que se refleja el sol en mi pelo.
Definitivamente los rayos cósmicos.