Me gustan los días soleados, me suben el ánimo. Los días grises me ponen un tanto melancólica. Como ahora, que escribo tratando de contener unas lágrimas que quieren salir porque sí, porque les da la gana, no tienen ni visa ni pasaporte y aun así intentan escaparse. Ah, pero yo no las dejo. La cabeza... Leer más →