Y me quería convencer con historias de mujeres, me hablaba de camas extrañas, de cuerpos sin nombres, de sexos húmedos, de labios calientes… pero lo descubrí en la sonrisa tierna que me regaló al saber que estaba enferma.
Los niños malos cambian cuando se enamoran.
Es verdad, una realidad incontestable: los hombres, cuánto más pillos hemos sido en la juventud, más fieles y apacibles somos en la madurez.
De porqué es así no puedo darte ley; pero, cuando nos enamoramos de verdad, cambiamos completamente de actitud como por arte de magia.
No sé quien inventó esto del amor, pero lo hizo muy bien, la verdad.
Que tengas un día precioso, amiga cubana.
La historia viene por un amigo que, aunque siempre ha sido de los «niños malos», ahora más enamorado no puede estar… aunque se haga el «macho» y no lo quiera demostrar.
🙂
de verdad que escribes muy lindo, felicidades nuevamente
gracias 🙂
Dejan de ser malos, pero nunca niños. Terrible apariencia….Cuidate
eso es cierto… no vuelven a ser niños
Por cierto, calzada y k, frente a la funeraria de los pinchos. Hay pase mi jueventud
Nadie puede ser capaz de escapar al gran hechizo que implica estar enamorado, imposible evadir la inmovilidad que genera. Ni el mas torpe, iconciente o vulgar esta a salvo de ese martillazo feroz…menos por cuestiones de edad, por el contrario, ahi el golpe es mortal, pero que bien se siente…extraño uno como esos…
enamorarse es lindo 🙂
lindisimooooo, genial,
me siguen maravillando la sensibilidad y la capacidad de expresarla que tienes,,
gracias Ernesto… a mi me siguen encantando tus comentarios.