El concierto de Santiago Feliú fue impresionante. Él, como en su casa, repetía temas y yo, como casi siempre, comenzaba a llorar con sus canciones (no con todas, por supuesto).
Una bandera gigante era el atrezo del escenario. Una bandera, cuatro guitarras y un piano. Las luces, sencillas, creaban un efecto mágico y la batería al fondo recreaba ese estilo de los 80 que no llegué a disfrutar plenamente por nacer, desgraciadamente, en los últimos años de la década. Fueron dos horas de buena música… de cuerdas de guitarra rasgando el viento y multitudes de gargantas coreando versos.
Por eso me duele tanto que antes de entrar siquiera, un desconocido, siguiendo estereotipos, me soltara en pleno rostro:
–Tú no luces como una seguidora de Santiago.
Las palabras, como cuchillos, vinieron a clavarse en el orgullo propio que me acompaña a los conciertos. Yo, en tacones, con una saya a media pierna, negra, quizás un poco abierta, una blusa sin hombros y una libélula descendiendo de un cuello blanco que usualmente no lleva aditamentos, no pude quedarme callada.
–Una cosa es lo que se luce y otra lo que se siente– le respondí. Y, logrando controlar mi temperamento, cansada de tantos modelos sociales, le pregunté:
–Cómo es que lucen los seguidores de Santiago?
te luzco yo, acaso?…
me luces… a veces 🙂
en qué te luzco un seguidor de santiago, si se pued saber?… y piensa antes de responder porque sabes bien que para mí, en cuba, en canción, es de los monstruos… me declaro siempre públicamente seguidor de la obra de feliú… tengo, pro cierto, programada una canción de él en estos días en mi blog…
Me luces en ese mismo sentido… sabes cantar sus canciones 🙂
sí?… oye, mariposa tecknicolor es de fito páez!… jajaja…
shhhhhhhhhhh, yo no he dicho cuál es la canción que cantas 😛 (no me delates)
ok, muy bien… no te delato… por cierto, hoy salió el post de la canción de santiago que te decía antes… no lo adelanté, tocaba hoy…
vale… ahora mismo lo reviso 🙂
eso no fue lo que le preguntó un molusco a otro?… cómo luzco???
bueno… en esa foto pareces tú un artrópodo y no un molusco 🙂
estereotipos….bah!
No te preocupes, que tú luces. 😉
no te puedo retuitear?
jajaja, claro, manda al desconocido a leer tu blog! bicho malo, mira que decirte eso a ti!
con amigas como tú se tienen ejércitos.
Dame su dirección y su foto, que tengo un amigo cachas que le pone en su sitio, iría yo, pero tendría que abandonar tus pies 🙂
Si supiera su dirección te la mandaría… pero ni siquiera sé su nombre 😦
Mejor, hay gente que no merece ni un recuerdo.
tú, por este comentario, te mereces un beso.
Eso te pasa por andar con nuestra libélula. Muchos no entienden de alas, solo ese símbolo habría bastado para reconocerte, incluso aunque no hubiese estado colgando en tu cuello. Y tú por qué no me avisaste del concierto? 😦
Porque a mí me invitaron hermanita… no fue mi culpa.
Se supone que deben andar en chancleta, con las uñas mugrosas, deben tener piojos, sentarse en el piso, fumar cigarros malos…. ¿acaso? Cada cual a lo suyo.
Para esos comentarios yo tengo una solución que jamás me ha fallado: “ese un criterio válido….”
Pero tampoco fue tan terrible, peores cosas te esperan….. protégete de la sensibilidad, puede ser muy nociva.
No es justo!!! A mí me gusta ponerme tacones!!!
Por cierto: cómo se protege uno de eso, hay un condón?
No lo sé, yo soy doliente, sufro de esa enfermedad…
fundamos el club de los corazones sensibles?
tu presidenta, yo vice 🙂
y a buscar afiliados 🙂