A veces se me esconden en los dientes y se niegan a salir.
Otras veces, quizás las menos, mis manos las conjuran y se convierten en papel.
…Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza…
un espacio para echar a navegar ideas…
A veces se me esconden en los dientes y se niegan a salir.
Otras veces, quizás las menos, mis manos las conjuran y se convierten en papel.
…Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza…
Las palabras son compañeras, confidentes y, al mismo tiempo, voz de la soledad más honda.
Y a veces como duelen!!!
Mucho, como limón a la herida…
Con las palabras se puede decir muchas cosas bellas, me gusto saludos
Pues me alegra que te haya gustado… mis palabras son de todo aquel que las disfrute.
Saludos de vuelta.
idea para un poema, hombres con miedo y la palabra doma a todos los silencios y a esa extraña que algunos llaman melancolía, las palabras sirven para recordarnos que aún estamos vivos y que incluso muertos algo de ellas que han salido de nosotros siguen palpitando
Si todo fuera tan fácil como dejarlas escapar de los labios…
Es más fácil me han dicho, solo que tienes que intentarlo a diario
Marecito de mi alma, te tengo de regalo algunas palabras, más bien algunos sentimientos, de cuando a mí se extraviaron las mías y desesperé de tanto pujarlas: http://yomemiperocontigo.wordpress.com/2013/04/30/palabras-para-un-mar-en-silencio/
Gracias Rosi 🙂
Espero que ya las hayas encontrado. Beso salado, yo.
Claro que las encontré!! ¿Te imaginas si no? Además, también están tú, Sheylita y la botellera para inspirarme un burujón de palabras en primera persona. 🙂
Menos mal Rosi… al menos una de las dos las encuentra.
Mar, hay que recuperar las palabras, tenemos más de cien mentiras por contar todavía. 🙂 http://youtu.be/WZ1hVTWOxv8
más de 100 mentiras y cuántas verdades??
y todas las verdades que se te ocurran, que también serán muuuuuuuuuuuuchas, jajajajajajaja
Mejor no todas las verdades… sólo unas pocas.
Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas…
Agrégale algunas rojas… de las que pesan… mis manos pueden soportarlas.
lindo, niña, lindo!! y yo, para que no estés triste, te doy palabras, te lleno varias botellas solo para ti, y te presto hasta la voz.
Si es con tu voz seguro que me escuchan hasta los ángeles.