Aquella mujer desnuda que abrazaba a la farola se me hacía familiar conforme la luz crecía. Marcas de dientes se entreveían en sus brazos y de su pie derecho, duro, blanco, frío, le nacía un grillete. Llena de ampollas estaba la mujer desnuda. Su pelo, que otrora había sido largo y voluminoso, era apenas conformado... Leer más →