Escribe Thomas Bailey Aldrich:
Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.
Yo me asusto…
un espacio para echar a navegar ideas…
Escribe Thomas Bailey Aldrich:
Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.
Yo me asusto…
Yo no, prefiero pensar que es la rama de un árbol empujada por el viento. La mayoría de la gente que conozco, dice que el final de este cuento es que era la muerte quien llamaba, pero no me gusta. Demasiado triste.
Quizás no todos murieron…
Buenas noches preciosa, siempre me haces pensar y a estas horas…:)
Muackisssssss
No será alguna versión retorcida de La Bella Durmiente?
No. El cuento acaba donde tú lo has dejado, pero, para superar el miedo, este pequeño cuento se utiliza para superar los miedos. De ahí que cada persona imagina un final para él.
en el mío la humanidad estaba de paseo… le tocó la puerta wall-e 🙂
jajajja Es una muy buena opción, y me gusta:)
Antes quizás no me he explicado bien aunque sé que me has entendido, quería decirte que en terapia se usa para superar los miedos.
Besitos de buenas noches guapa
Mar: Me impacta más el drama de quien toca. ¿Cómo habrá de sentirse?
feliz… feliz de encontrar a alguien… ¿no crees?
Hola Mar, a mi en esa situación me asustaría más la idea de que ya no existan mujeres como tú en el mundo y andaría recorriendo cada rincón en aras de encontrarte, así no habría tiempo para miedos, no crees? Un beso de buenos días, sigo en mis ceros y mis unos, que sí asustan!!
Bahh, no seas exagerado… los números binarios no dan miedo.
Soy yo que salí a correr detrás de un palo y vuelvo a mi sitio junto a tus pies, antes únicos, ahora también claro, más evidente incluso, no hay más pies.
Bueno los míos, pero tras correr detrás del palo son más bien pezuñas.
Jajajajajaja, yo le limo las pezuñas cuando empiecen a molestarle 😉
Una pequeña corrección (si me lo permites): el cuento fue escrito, en realidad, por Fredric Brown, y fue publicado por primera vez en Thrilling Wonder Stories, en diciembre de 1948. El cuento original es aun más breve: «El último hombre sobre la Tierra estaba sentado solo en un cuarto. Alguien golpea la puerta…»
De todos modos, la idea sigue siendo al misma y es efectiva.
Cariños.
De lo que se entera una, querido Borgeano!!
Yo descubrí esta versión en «El libro de la imaginación»… un buen libro, por cierto.
Espero que la memoria lo sobreescriba con su dato.
Beso inmenso.
Te comparto estas lineas, un abrazo especial! #ElTiempo: http://zalman5k.wordpress.com/2014/03/27/el-tiempo/ gracias por tu tiempo y RT