La poesía es, entre otras cosas, el testimonio escrito de los pueblos.
Por ello, el espíritu subversivo de la lírica ha sido tan temido: debería ser manejado con el cuidado con el que se manipula una orquídea o la nitroglicerina.
(fragmentos del libro La astillada sombra de Sodoma)
EXCELENTÍSIMA DEDUCCIÓN.
UN ABRAZO