Echarse al mar en un barco pequeño y ver cómo se va alejando la tierra (esa franja verde-amarilla que te contiene) es, quizás, una de esas experiencias contradictorias que zarandean el alma. Ahora, mientras me alejo, lloro. Y es un llanto sin lágrimas, uno de esos sollozos tristes que se ahogan en el pecho y no llegan a los ojos.
La inmensidad del mar me sobrecoge.
Tengo miedo -me confieso a mí misma. Miedo. Y unas inconsolables ganas de llorar.

¿Te fuiste, como yo, sin fecha de regreso? Sea como fuere, espero que sea para mejor.
Cariños.
Me fui.. o me estoy yendo… no tengo ni puta idea. La orilla se ve muy lejos.
es como si el viaje fuera algo irremediable y se advierte en el la tremenda nostalgia que te embarga cuando aún no comienza…
te abrazo con intensidad para romper esa nostalgia…
Es exactamante como acaba de describirlo. Irremediable. Nostálgico.
se como te sientes
I know you know
i know you know that i know (:
¿Cómo será para el Mar echarse al mar? Así de hermoso, como lo escribes. Un abrazo.
Ay Enrique… si supieras… olas y más olas… casi casi que se forma un tsunami.