Hoy 3 amigas me han llamado a notificarme eventos, 3 personas que quiero, de esas con las que se puede contar siempre, han decidido hacerme partícipe de sus vidas.
Una, de esas amigas menores que uno adopta hermana, me ofreció la alegría de una fiesta: –Vámonos a bailar -me gritó por teléfono. –Vámonos a amanecer en el malecón. Así de simple, sin excusas ni pretextos.
Otra, quizás menos volátil, me susurró en un suspiro la buena nueva. Voy a ser tía, y seré una de esas tías/amigas que le cuentan a los sobrinos las historias escabrosas de los padres (sin que estos se den cuenta, por supuesto). Voy a tener en mis brazos otr@ niñ@ pequeñ@ a quien abrazar.
La tercera, para sorprenderme, se apareció de repente. De la nada surgieron sus brazos largos y su sonrisa triste. –Me voy – explotó de repente- me quedan 2 semanas en Cuba. Yo me quedé como en las películas silentes. No dije ni una palabra. La apreté, como si no quisiera dejarla ir nunca y me tragué todas las preguntas junto con las lágrimas.
–Vámonos al mar– atiné a decirle. –Vámonos a celebrar que estamos vivas.
Acto seguido realicé 2 llamadas.

Hay que acostumbrarse a escuchar esa noticia aunque cada vez nos duela como si nunca nos hubiera pasado
A esa notocia nunca me voy a acostumbrar… rehuso a hacerlo.
Que dificil cuando una amiga te llama y te dice Me voy … es que no hay palabras ….
No Daniela, es como si se te abriera la tierra bajo los pies.
Alguien me enseñó un día que el corazón nunca se acostumbra a decir «adiós»…
Ay Carlos… los adioses son tan terribles!!
Tú piensa niña, hay un momento en la vida especial, cuando alguien dice «eh, que vuelvo», un reencuentro con alguien que quieres es lo más emocionante que puedes vivir después de un concierto de Helloween.
Pero para eso debe darse una premisa, que ese que retorna se haya marchado antes.
Besos reina.
me ericé!! yo sé que para ti las despedidas son muuuuy difíciles!!
lo peor es si nunca regresa aunque en algunos casos lo peor es haberse ido, si se va es porque es lo mejor para ella según sus planes y los amigos para eso estamos, para hacer ver que los planes se cumplan, somos los testigos que nos aguantamos todos, un día tú abrirás la tierra a otros de tus amigos
beso y un abrazo fuerte
Pues Carlos… yo pienso que lo peor no es irse, para mí lo peor es no volver. Pero últimamente, cada vez que alguien me anuncia un adiós, tiemblo.