Ann -la rubia, la buena- anda paseando por las nubes. María viene a contármelo ensimismada y, casi sin creérselo todavía, me describe una complicada historia. Ella sabe (la pelirroja) que desde arriba tiene una orden de alejamiento y, medio molesta/medio animada, escrutiña el cielo en busca de alguna pista.
Subió anoche de repente, la delata la espía. No necesitó escaleras. Una canción bastó para llevarla arriba.

Pero la espía no ha cumplido su misión principal. Lo que puede cambiar el mundo es descubrir de qué canción se trata.
Que va Enrique… no hay secreto más bien guardado que ese!!