Oli siempre me dijo que le gustaban porque, además de ser hermosos, no tenían espinas.
«No te hacen sangrar, mi niña… las cosas bellas que no hacen daño son muy escasas».
Yo, por si acaso, llevo uno sobre la espalda.
un espacio para echar a navegar ideas…
¡Que lindo el escrito!
pero el tatuaje si debio de doler…ejjejej.
Un abrazo.
Ni tanto… un poco de dolor no es malo 😉
👍