Hoy era la última tarde. Usted no paraba de hablar -lo hubiese matado- y a mí me ardían las uñas cuando nos despedimos en la parada del autobús. Ni un sólo beso.
Almudena Guzmán
un espacio para echar a navegar ideas…
Hoy era la última tarde. Usted no paraba de hablar -lo hubiese matado- y a mí me ardían las uñas cuando nos despedimos en la parada del autobús. Ni un sólo beso.
Almudena Guzmán
Por favor, Mar, escribe con más frecuencia. Aunque poco he comentado sigo tu blog desde hace años y siempre vuelvo buscando cosas nuevas salidas de tu laboratorio emocional.
Hace poco escribí algo pero no lo he subido aún. Prometo actualizar el blog pronto. 🙂
Llevo muchos años fuera de Cuba y por alguna razón que no puedo explicar, tu blog es el único que me provoca cierta nostalgia por esa isla que nos vio nacer y que por varias razones decidí, sin éxito hasta el momento, borrar de mi memoria.
Ver [tu blog] detenido desde 2021, por alguna razón que tampoco puedo explicar, me provoca una rara sensación de desamparo.
Quizá apenas tengas tiempo para actualizarlo como antes, o tal vez perdiste el amor por escribir aquí, pero … ¿qué tal un esfuercito? ¿Ese extra que solo la gente sensible tiene y sabe dar? 😉