Mortal Kombat

Yasmani y Mateo, botella por medio, conversan sentados en una esquina sucia del barrio Almendares. Se conocen desde hace dos años, pero esta es la primera vez que comparten juntos. A los ojos de Yasmani, Mateo es un muchachito rico de Miramar que ha tenido la vida demasiado fácil: llega todos los días en carro a la universidad y su padre viaja a cada rato porque tiene un cargo importante en una firma. Sentado en el contén, su cabeza reproduce la película que vio el mes pasado en la que dos tipos se intercambian los cuerpos. Se da un trago largo y se imagina en la piel de Mateo...

Blog de WordPress.com.

Subir ↑