Dice mi abuelo que hay dos tipos de hombres: Los que dicen que se masturban y los mentirosos. Con las mujeres –y estoy revelando secretos- no pasa igual. A las mujeres se nos enseña desde que aprendemos a hablar, que los hombres –sólo los hombres- tienen “necesidades básicas” que satisfacen mediante actos prohibidos a las... Leer más →
Diferencia de sexos
Y hoy, que el frío llena las calles en una Habana gris que espera la lluvia, el tiempo se ofrece cómplice para la poesía. Un #MiércolesDeVersos que logre la sonrisa (o el calor, que es más bienvenido). IRONÍAS Y OTRAS VERDADES I El hombre es absurdo y suele medir su felicidad en centímetros. Normalmente dieciocho... Leer más →
Porque hay textos necesarios
¡Qué niña más bonita! Eres una princesa. Dale un beso a la amiga de mamá, me da igual que no quieras. No te preocupes si los niños te tiran al suelo, es que les gustas. ¡Qué graciosos los niños, levantándoles las faldas! Son cosas de niños. No seas tan bruta jugando, pareces un niño. Las niñas mayores no lloran. Tienes que ser buena. Las señoritas no gritan. Calla. Mira qué guapa, con tu pelito arreglado. Si te ven jugar con los chicos te llamarán marimacho. Qué bonita eres. Las niñas son muy complejas. No te preocupes si te tratan mal, es que te tienen envidia. Las niñas sois más listas, ellos siempre juegan, mientras que vosotras estudiáis. Deja de quejarte....
El hombre que friega
A Javier, uno de esos tipos sexys. Ver a un hombre sin camisa, de frente a un lavadero lleno, es increíblemente sexy. Y sépanlo ustedes, pienso desarrollar toda una teoría en torno a la idea. La cosa es que, a pesar de todo, seguimos viviendo en una sociedad machista. Incluso aunque es cierto que se... Leer más →
Uno por la igualdad
Este, para variar, es uno de esos maravillosos artículos que la Istarú regala de vez en mes -no, no le estoy robando a Arjona. Cuando lo leí, me acordé de aquella vez que a mí me dió por regalar(le) flores. Enamorarse a los ocho Cuando fui niña casi no había Día del Niño, que yo... Leer más →
A ponerse las botas
Me puse las botas –de la manera más literal posible. Me calcé un par color aceituna y salí a comerme la Habana. ¿Por qué? Pues muy simple... las botas son, dándole un uso sentimental a la palabra: rudas. Usarlas te hace sentir como si todo el poder del mundo cupiera bajo esas suelas toscas. La... Leer más →
No jodan más
Un amigo me sugiere, así, como quien no quiere la cosa, que mi estómago debe ser el nido de una colonia de tenias. ¿Se habrá creído él que mi biología es tan simple como para no contemplar la sutil manera de nombrar a las lombrices solitarias? ¡Basta ya! ¡Que no estoy gorda! ¡Que puedo comer... Leer más →
La culpa es de otro…
Ando buscando un culpable, un chivo expiatorio al cual cargarle todas las desgracias. ¿No hay pan? Su culpa. ¿Me siento mal? Más culpa. ¿Que atropellaron a un perro? Maldito culpable. Un cabeza de turco, eso es lo que necesito, un hombre (pues claro que tiene que ser hombre) que me saque del apuro, un hermoso... Leer más →
Lección de civismo
Él la mira desde su metro y medio de estatura y, a bocajarro, le suelta una de esas preguntas morbo-asquerosas que espantan. Ella, con el más fino autocontrol que he visto en mi vida, sonríe, se le acerca y en susurros, para que nadie más que él se abochorne, le sisea al oído: -Mírame, ¿te... Leer más →
Que los ruidos te perforen los dientes
Que los ruidos te perforen los dientes, como una lima de dentista, y la memoria se te llene de herrumbre, de olores descompuestos y de palabras rotas. Que te crezca, en cada uno de los poros, una pata de araña; que sólo puedas alimentarte de barajas usadas y que el sueño te reduzca, como una... Leer más →