Cuando escribo (como ahora) esquivando retratarme, tiendo a confundirme. Al final, a contracorriente, Ann y María me dibujan un poco. Un poquito ángel y otro tanto demonio, como dijera sabiamente aquella personita de 1 metro 20. La Marian que escribe siempre se filtra, algunas veces aún a mi pesar. Las historias se me parecen un... Leer más →