Ella, que siempre estuvo orgullosa de su mano derecha, hace poco renegó de la misma. Demasiados mimos acabaron por volverla estéril. La izquierda, en cambio, le engendró un poema. Y qué poema señores míos!! Qué poema!! Las cosas más absurdas de una mujer zurda Claro que yo también quise ser princesa y el centro de... Leer más →
Ser o no ser
Entre María y Ann se coló me coló una duda. Ann (la rubia, la dispuesta) defendía a capa y espada la fidelidad. María, por supuesto, militaba del otro bando. Hoy reproduzco íntegramente las razones de la pelirroja. Quizás otro día les detalle las de Ann. Soy infiel, irreverentemente infiel, sin complejos ni dudas. Soy infiel... Leer más →
R.I.P
He pecado Gravemente. He muerto un sueño. Descalza, Sin hacer ruido, Me lo metí entre las piernas.
Un café
Te invito a un café, me anuncia inmenso, como si de su boca un milagro le naciera. Te invito a escaparnos por un rato… como si de la taza un mundo nos brotara. Te invito a una orgía de sabores, y es que sé que la canela te da ganas...
Huérfanos
Tus hijos han caminado tantas noches sobre mi espalda, se han derramado tantas veces sobre mis nalgas, que no tengo otra palabra para llamarlos que no sea: huérfanos.
Llénate de mí
Un poema regalo... yo con las palabras, él con la postal.
Espejos
Para enfrentar tormentas me lo regalaron… llegó en medio de un naufragio y decidió hacerle compañía a cierta isla perdida que se ha anclado en mis recuerdos. Mi abuela decía que los espejos son caminos secretos que llevan alma; y por eso uno no debe mirarse demasiado en ellos, porque puede perderse. ¿Quién sabe? Quizás... Leer más →
Palabras
A veces se me esconden en los dientes y se niegan a salir. Otras veces, quizás las menos, mis manos las conjuran y se convierten en papel. …Antes que tú poblaron la soledad que ocupas, y están acostumbradas más que tú a mi tristeza…
Ella baila
María baila entre los espejos mientras Ann pretende atrapar el tiempo. María baila. Se mueve a través de las porcelanas chinas y las cortinas de organdí. Baila. El mundo a su alrededor se disipa. Los niños crecen, las mujeres se hacen viejas, las cortinas se deshilachan. A ella no le importa. Baila. El fuego de... Leer más →
Como María… de vez en cuando.
De María siempre me ha fascinado su total irreverencia a las normas. A pesar de su descaro, siempre defiende sus opiniones y no tiene temor alguno al rechazo público (en especial en reuniones burocráticas). Hace un tiempo, en un debate absurdo, me sorprendió levantándose de su asiento para llamar abyectos a unos conferencistas. Ann, a... Leer más →