Consejos para no estar triste

Caminar, siguiendo la línea. Andar 1 km buscando la respuesta. No encontrarla. Perder la esperanza y abandonarse a la orilla. O en el medio del camino, esperando que pase el tren. Dormir media vida sin que aparezca. Levantarse. Quitarse el polvo de las vías y sacarse una foto. Romperla en pedacitos. Aprender a decir NO,... Leer más →

El naufragio

« La gente buena tiene que sufrir, tiene que medio morirse siete veces para tener algo bueno que contar, y tiene que caminar y caminar para que entienda que moverse es importante si no quiere que lo alcance el polvo, y tiene también que aprender todo de primera mano y a la mala, porque tiene... Leer más →

Porque hay textos necesarios

¡Qué niña más bonita! Eres una princesa. Dale un beso a la amiga de mamá, me da igual que no quieras. No te preocupes si los niños te tiran al suelo, es que les gustas. ¡Qué graciosos los niños, levantándoles las faldas! Son cosas de niños. No seas tan bruta jugando, pareces un niño. Las niñas mayores no lloran. Tienes que ser buena. Las señoritas no gritan. Calla. Mira qué guapa, con tu pelito arreglado. Si te ven jugar con los chicos te llamarán marimacho. Qué bonita eres. Las niñas son muy complejas. No te preocupes si te tratan mal, es que te tienen envidia. Las niñas sois más listas, ellos siempre juegan, mientras que vosotras estudiáis. Deja de quejarte....

#OperaciónRescateDelEspañol

Ayer, en una de esas conversaciones medio morbosas que mi grupo de amigos se empeña en sostener, terminamos hablando de las cosas del otro sexo -o del mismo, si ese es su interés- que nos bajan la libido. Se habló, por supuesto, de los malos olores, pasando desde los básicos como boca y axilas, hasta... Leer más →

Lección de vida

Hace poco, en Facebook, una amiga que anda leyendo uno de los textos de Almudena Grandes, posteó -no al azar sino a propósito- uno de los fragmentos del libro. Quedé con la boca abierta. Ufff... si tan sólo lo hubiera leído antes... ¿De cuántos miedos me habría disuelto, de cuántas culpas podría exonerar(los)me? Es cierto... Leer más →

La paradoja

Yo tengo un amigo (de nítida fe) que, aunque no sueña tener su morada en el sol, regala textos de luz. Hace años, en uno de esos correos interminables que compartíamos, se me apareció con la historia de Doris y Rita. La había sacado -si mal no recuerdo- de un filme de Woody Allen y... Leer más →

En Pause

A veces basta un mensaje para la sonrisa... y se detiene la música, se paraliza el baile. En ocasiones un par de líneas son suficientes.

Mmmm…

Ella sonríe (como gato que se comió el canario) mientras entorna los párpados -desde este rincón sólo se le observa el rostro- y su mirada se pierde entre los arabescos del techo. Arriba, sátiros depravados corretean detrás de ninfas semidesnudas. No puedo evitarlo, la curiosidad me mata: ¿imaginará o recuerda?

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