Un murmullo bastó para descubrirnos, no nos dimos cuenta.
Andábamos tan seguros del tiempo, de la oscuridad, de la monotonía del sueño, de la tediosa telenovela que algún canal proponía para ralentizar cuerpos y mentes… que simplemente no nos dimos cuenta.
Nos encontraron.
hay que tener cuidado siempre con los crujidos.
me ha pasado, lo que sin consecuencias graves y siempre es por leves descuidos
como por ejemplo dejar abierta de la puerta de la calle por la madrugada
es que a veces uno se descuida 😀
no me gusta que me descubran, por eso me escondo bien.