Ya lo había olvidado (al menos eso pensaba María), ya no recordaba siquiera su sonrisa.
Hacía al menos una semana que no lo veía, creo que en realidad nunca lo había extrañado tanto, quizás aquel lunes solo había sido un sueño, o un deja vú. María ya no se acordaba.
Hasta hoy.
Apareció de la nada con su cinismo a cuestas y la desarmó con versos húmedos que olían a mar… a sueños, a esperanzas.
María no se lo esperaba. El oleaje se la llevó lejos, la hundió, la fragmentó… la devolvió en mil pedazos.
María es una muchacha un poco frágil. Tiene que tener cuidado con esas recaídas.
A veces una recaída es todo lo que necesitamos.
mar, dile a maria / que se deje de boberia
ups, si pega y todo!!!
xD
bueno, yo se que maria es una tipa dura y a la larga toma buenas decisiones.
Por eso María te quiere tanto 😉
No creo que las recaídas sean buenas….
Estoy de acuerdo Charli, hay que halarle las orejas a María.
Oye, pero si sólo me perdí unos meses! Y mi regreso han sido un par de comentarios? Mira que eres impresionable 😉
Jajajaja, mira que eres fresco niño!!!
María sé happy y ya, así de simple
Trataré
A María le pasó como el pez que no quiere que lo pesquen, pero solito se mete en el jamo…
A veces somos demasiado vulnerables y… nos gusta explorar.
Pero por qué aferrarse solo a un pez si en el Mar hay tantos?
Porque a veces solo nos gusta un tipo de pescado.