Desencuentro

Y él estaba ahí… buscándola.
Pero ella no apareció.

El rastro de su perfume inundaba la escena y las flores semimarchitas le daban a la estancia un toque de distinción. Nunca llegó, los rayos de sol le derritieron las alas, sobrevoló muy cerca del sol.
Cuando la encontraron solo flotaba en el mar su velo y mechones de pelo rojo.

6 comentarios sobre “Desencuentro

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  1. Antes de ver su rostro pensó en explicar, para
    variar, que estaba «rotando». Pero no hizo falta
    porque le dio el ultimo a quien estaba esperando.

    Una muchacha que se deja abrazar por bufandas de cuadros
    negros y que aunque tiene el cabello besado por el fuego,
    en el fondo le divierte ser hija del sol.

    1. Cada vez que tengo un chance vuelvo a leer tu piropo (mi mejor piropo). Son en esos momentos cuando lamento haber cambiado la manera en que se refleja el sol en mi pelo.

      Definitivamente los rayos cósmicos.

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