Eran un par de obreros sencillos, trabajadores de clase baja, bajísima, casi sótano. Eran dos pares de manos callosas, cortadas, maltratadas por la miseria. No tenían tablero: tenían tablas, no tenían piezas: tenían tornillos, tuercas y algún que otro plumón viejo.
La necesidad crea juegos hermosos.

ya sabes, Mar, cuando se quiere se puede… Acá es muy curioso porque a los de los bicitaxis les ha dado por jugar ajedrez mientras llegan pasajeros…
Jajjajaja, eso es bueno. Ellos también juegan con tornillos?
La imaginacion, la inteligencia y la creatividad de los hombres, logra lo que a veces no se puede lograr por muchos recursos que se tengan
Yo vi la imagen y supe que tenía que escribir algo sobre ella. Me encanta la idea de el ajedrez con tuercas y tornillos.
a mi tambien me encanta la idea del ajedrez con tuercas y tornillos, lo minimalista siempre me ha llamado la atencion, ademas el texto que le pusistes a la imagen esta como todo lo que pones aqui, sencillante genial
Me gusta mucho
Me alegra saberlo 🙂
Lo importante es ser creativos, desarrollar la imaginación, dar paso a los sueños
Cierto… eso es lo más importante
ejemplo de reciclaje (seguramente obligatorio o por necesidad)
y muy buen ejemplo… ahí se ahorran materiales 🙂
la necesidad madre de la invencion, fantastico me encanta
Gracias cielo… me alegra que te guste.
A fin de cuentas no hay diferencia alguna entre jugar al ajedrez con esas piezas o con unas de oro y plata, precioso Mar, a tus pies.
Carlomagno habría salvado elefantes si en vez de marfil hubiese utilizado estos materiales.
Besos desde la altura.
Menos mal que las monarquías actuales respetan mucho más a ese animal 😀
Ya había leído la nocicia. Vaya con los reyes españoles…
coño esto me ha dejado loco, mira que yo he visto inventos de necesidad, casi que los persigo y los colecciono en el recuerdo, pero como esto nunca, sabrá Dios qué infeliz por ahí se cayó del banco del parque….
La imagen está genial… como me gustaría a mi tener un ajedrez de estos 🙂
Mar: La imaginación crea post maravillosos. Aun con muy pocas palabras.
Con pocas palabras me dejas tú a mi.