El caminante

Él camina triste, melancólico… arrastrando sus sueños sobre la arena.
Con su equipaje al hombro, lleno de antiguas dudas, viaja.

Lentamente camina.
Las olas, a su paso, eliminan sus tristezas.

7 comentarios sobre “El caminante

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  1. Pero lo malo es que o cambia de camino o siempre irá dejando tristezas, hay que ir a superficies más duras, que si bien no llegan las olas tampoco es que haga falta.

    A tus pies niña.

  2. Decía Saramago que “El viaje no termina jamás. Solo los viajeros terminan. Y también ellos pueden subsistir en memoria, en recuerdo, en narración… El objetivo de un viaje es solo el inicio de otro viaje”. Claro, que viajes con amigas espectaculares hacen que tenga sentido el reinventarse..P.D: Esa invitación a penelopearse se presiente irresisitible hasta para ese zigzagueante caminante..

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