El dilema del ser

Éramos tan pocos aquella noche que a la vez creábamos un ejército.
Éramos voces que contaban memorias y memorias que contaban historias.
Éramos la sonrisa ausente de nuestros padres, el beso cansado de nuestros abuelos, la caricia dulce de nuestras madres… el abrazo forzado de nuestros muertos.
Éramos los amigos que no se fueron.
Éramos llanto.
Éramos risa.

Hoy, afortunadamente, dejamos el éramos. Ahora somos.

8 comentarios sobre “El dilema del ser

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  1. era… y entonces fui al techo de Cuba y me quedé sin aire, sin fuerzas, entonces sentí el frío de un río, los mosquitos de día y los fantasmas de la noche; y caminé entre pantanos y me mataron «de metiritas» y caminé; y volví al asfato y fue el frío de la lluvia y perder la voz y entonces ya…. SOMOS…

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