Muchas cosas me dieron en este mundo:
sólo es mía la pura soledad.
El silencio de esta ciudad ruinosa me carcome los oídos. No escucho reír a un alma. Hoy todos lloran; los niños berrean en sus cunas mientras los viejos se ahogan en alcohol por las esquinas. No sopla por la calle ni el atisbo de una brisa y la ingenuidad de los enamorados se ha convertido en hastío.
Hoy me enteré que partes. Lejos. Hacia otras tierras menos extrañas que las tuyas. Hacia climas fríos que te congelarán las ganas, los sueños… los amores. Partes.
Yo me quedo sola. Sin padres, sin deseos. Sin ti.
Un pedacito de Mar 
Es inconmensurable la sensación de impotencia y el vacío que quedan ante una partida inminente, ¿verdad?
así mismo Rosy… es como si el mundo que se conoce se sacudiera de repente.
Marian: Tus palabras son un antídoto contra el frío. Con ellas, por gélida que sea su nueva ciudad, G no verá congelarse las M que lleva dentro. Un abrazo.
Gracias Enrique por el abrazo. Gracias por la complicidad.
Eso último no, no estarás sola…
Siempre es bueno saber que puedo contar contigo Yaima. Gracias.
😉
Un consuelo pequeñito, Mar: solo las partidas pueden hacer que nazcan las posibilidades de los reencuentros.
Sí Jorge… pero a veces esos reencuentros demoran mucho.
Es que las verdaderas esperas nunca son cortas, Mar, porque se miden en magnitudes de ansiedad, en urgencias, en promesas que aguardan cumplimiento, en saudades. En fin, que son propias de mares procelosos como vos.
Me encanta como escribes. Comenzare a leerte. Un saludo desde la distancia…
Otro abrazo para ti Susy, gracias por la visita.
Quizás todo sea causa del peso transparente de la soledad o de las travesuras de ese azar concurrente, Pero he leído esto y he pensado que me conocías. Se lo he comentado a una amiga que sus latitudes aún son mayores que las mías y me dice en tono burlesco que no todo el mundo gira en torno a mí. Tiene razón. Pero el hecho es que hace unos meses cambie “mi pedacito de mar” por esa cuidad que encabeza tu blog, y extraño…
Mi mejor amiga se va lejos Josué, y este post, de manera muy personal, va dedicado a ella. No obstante… creo que a todos los que están lejos le serviría.
PD: Gracias por la visita.
También me tienes a mí, no lo dudes, NUNCA estarás sola.. mariposas
Gracias Tunie 🙂
Jajaj, 15 centímetros más bajita y 10 kg más gordita (shshshs yo no soy Tunie, en secreto pa que nadie o oiga, soy Carmen) 😉
ño que pena!!!!!!!!
Me perdonas???
Una mariposa como prueba… te quiero
Noooo, pero si nadie se dio cuenta del errorcito ¿verdad, gentes? jajajajaj
😉
Yo conozco esa palabra: Lejos, y duele igual para los que se quedan como para los que se van, duele el LEJOS a pedazo, y el sol ya no es el mismo, y tu cielo quedó atrás.
eso es lo más triste de todo… el lejos se siente de cualquiera de las 2 orillas