Ando leyendo, de Daniel Chavarría, El ojo de Cibeles. Una prometedora novela que pretende, desde su sencillez literaria, aterrizar a aquellos grandes griegos que, más que humanos, siempre nos han dibujado como semidioses. No sé ustedes, pero yo tengo la firme convicción que Pitágoras tiene más de divino que el propio Hércules. Que levantar pesas está muy bien, no le quito mérito, pero inventar teoremas es más difícil.
Ambientada en medio de una Grecia antigua cosmopolita el autor desnuda (y lo digo literalmente) a los grandes filósofos y nos los vuelve a modelar con barro. Son humanos estos personajes. Con dudas, con deseos… capaces de cometer traición o participar en danzas orgiásticas.
Hasta ahora no he tenido queja alguna del libro… me he bebido ya varios de sus capítulos y lo prometido en el resto se me antoja delicioso.
Ah, eso sí, recomiendo leerlo cerca de alguien. Que este Chavarría escribe un poco porno y dicen las malas lenguas (o las buenas), que si se satisfacen las hambres del cuerpo se disfrutan, con más ansias, las del alma.
Pues no es por nada, pero más cerca que el que tienes todo el día a tus pies no hay nadie 🙂
jajaja, mire que usted es puto señor D!!!
mi libro favorito de Chavarría (el único que salvaría en mi biblioteca personal). Un gran texto, quizá se deba a sus muchos años de paciente enseñanza de griego.
Sí, me imagino que sea uno de los tuyos: habla de griegos y de porno 😛
Qué más se puede pedir 😉