Liuba es mágica, más allá de los esquemas de la música, posee la capacidad de llenar de melodías una letra e inyectársela en vena a todos los que se dignan a escuchar su voz. Tiene, en su garganta, la mano de oro del rey Midas y todo lo que sale de sus labios parece destinado a convertirse en sol.
Lo probó una vez más el pasado concierto. Celebrando sus 30 años de carrera artística deambuló sobre las tablas como uno de esos fantasmas buenos de los que tanto habla y nos hizo a todos estremecernos con sus canciones.
A mí me saltaron las lágrimas en tres ocasiones. Y corrí a esconderme del público cuando entrelazó Los hilos de su Luna con los de mi ángel. Y se me escaparon suspiros cuando homenajeó a Teresita. Y lloré en un teatro lleno.
No pude evitarlo. Como me dijera un amigo: Con Liuba siempre se llora.

Me encanta Liuba!!
Liuba es fantástica… un gustazo compartirla.
Contigo siempre se vive.
Gracias Kikito… tus comentarios siempre alegran el día.
a mi me pasó justo eso con ella en aquel al alba al alba / al alba al alba en el concierto para Aute
su voz te transporta
Y además ella es, junto a Teresita, la voz de mi infancia.