Tengo que confesarlo, las manos largas son mi fetiche.
Incluso una vez, hace ya algún tiempo, comencé a salir con un hombre sólo por sus manos. La manera en que el cigarrillo se gastaba entre sus dedos me fascinaba, era como ver consumirse una hoguera en el horizonte… Así de largas eran sus manos. Todavía hoy, después de tantos años, recuerdo los surcos gigantes que dejaban en mi piel aquellos dedos lúdicos. Eran toda una fiesta sus palmas blancas.
Y es que, cuando veo a un hombre (o a una mujer) con las manos largas, no puedo evitar imaginarme a qué se dedica, por dónde vagarán sus dedos, en qué pieles enterrarán las uñas. Unos dedos largos, finos, móviles, me excitan más allá de lo descriptible.
Las manos son –he de admitirlo- mi punto débil.
Un pedacito de Mar 
Vaya, me acabo de pegar un chasco pero bueno, tengo manos pequeñas 😦
A mí en cambio me van más los pies, los tuyos claro.
Señor D, usted tiene otros encantos. Mire, no se preocupe… también le tengo manía a los líderes de opinión.
¿Manía en tu tierra significa adoración extrema? ¿o como aquí ganas de soltarle una hostia? 🙂
Da igual, yo seguiré adorándote.
las dos cosas señor D, pero por ahora yo me decanto por la primera
A mi también me gustas las manos estilizadas… será por que yo las tengo, ja, ja. 🙂
Besos.
Pues bienvenido al club de las manos largas 🙂
🙂
Modestia aparte, tengo (no porque yo lo diga, sino porque otras personas lo han hecho) una manos muy bellas. Pero hay algo que me agrada más: no son lo mejor de mí (y he dicho modestia parte, ojo…) 😀
Ufff querido Borgeano… ahora me dejó queriendo averiguar… eso es trampa.
Foto de manos querida, tienes que pedir foto de manos en los comentarios incluso las de nuestro líder de opinión, no vaya a resultar que sean extraordinarias
este ha sido el mejor comentario… La idea del siglo!!!
ya no digo nada por temor a romper el encanto….fotos pues
Ay a mi también tengo dos compañeros de clase que tienen unas manos enormes y unos dedos tan largos.. Lo que podría hacer con esas manos jaja que delicia *w*
El cielo es el límite 🙂