Él me contaba que allá, a lo lejos, veía el cielo menos azul, que el mar era gris y sin olas y que en las noches se preguntaba si sus estrellas serían las mismas que me dormían.
La primera que aparece –me escribía en sus cartas- tiene tu nombre.
Y yo… que en cada respuesta se me iba un pedazo del alma, le mandaba mil besos con tinta azul (para que colorees tu cielo -le decía), las olas del malecón que rompen al pie del muro y el brillo de las estrellas que me alumbraban (por estos días –le señalaba a veces- anda la Osa Mayor aprovechando la ausencia de Orión, así que busca la sartén de estrellas).
En una semana de risas nos inventamos la manera de ahuyentar la tristeza: nos construimos una autopista a la luna. Allí nos encontramos cada mañana para darnos el beso de los buenos días. Es la mejor manera de despertarse de un sueño.
Extra, extra!!!!!, una importante noticia, te he nominado para el premio
The cracking chrispmouse bloggywog-award
desde http://juliaojidos.wordpress.com/
Un saludo.
Es bellísimo, Marian.
Feliz martes 😉
Gracias Carmen… es el secreto compartido entre mi padre y yo.
Una debilidad confesa: mi padre. Si lo compartes con el tuyo, eso ensalza todavía más su belleza.
Un abrazo.
Hay veces que las letras o las voces llegan a contar más que las imágenes.
Menudos son los detalles que dejas… cargan con un decir lleno de poética.
Cuando de escribe de alguien a quien se quiere las palabras salen muy fáciles… ojalá fuera así con todo.
La luna es siempre un buen lugar para dejar la melancolía…
¡Qué bien escribes hija!, da gusto
Muackisssssssssss
Me pones colorada Ana… mil gracias. Espero volverte a ver pronto por acá 🙂
Estupendo, Mar; prosa poética pura. Y la luna, esa eterna musa que sigue despertando buenas emociones (y mejores letras).
Cariños.
Querido Borgeano, siempre me subes la autoestima con tus comentarios… un abrazo inmenso para ti, del tamaño del astro blanco.
Y yo, como un simple planeta frío y sin importancia, giro en torno a ti.
Cariños.
y quien fuera sueño para despertarse contigo después de un recorrido por la autopista a la luna…
me gusta el rimo, y esa sensación que das, como si uno fuera el sueño de ese amanecer y de mi mano salieran esas pasiones escritas con tinta azul para pintar mi cielo, hermoso versos que esta vez ni siquiera tu belleza lograría opacar
Son versos a mi familia Carlos… por eso tienen alma.