Me puse las botas –de la manera más literal posible. Me calcé un par color aceituna y salí a comerme la Habana.
¿Por qué? Pues muy simple… las botas son, dándole un uso sentimental a la palabra: rudas. Usarlas te hace sentir como si todo el poder del mundo cupiera bajo esas suelas toscas. La tierra se vuelve débil a cada paso… y las piernas (ah, las piernas) lucen infinitamente más largas, más sexys, más carnales. La mujer que usa botas es una Lara Croft en potencia (o al menos eso es lo ella piensa), un proyecto de dominatrix o, en el último de los casos, la simiente de un hombre fuerte.
Da igual, lo que importa es la sensación, la autoridad que desprenden, la arrogancia con que se adueñan de la calle. Usar botas, opino yo, es lo más parecido que hay a estar de pie en un coliseo romano y apuntarle con el arco (piernas) a los leones (hombres).

q lindas!!!!!!
Me las autoregalé 🙂
Las botas producen todas esas cosas, pero es curioso que solo cuando las piernas acompañan 🙂
Buen punto señor D, pero mire la foto… usted cree que yo tengo ese problema?
Ni por asomo, aunque tú tienes cosas más bonitas, una cara perfecta por ejemplo 🙂
Ande señor D, que esas piernas son las mías… no me las desestime tan rápido 😛
Tú a veces parece que no eres consciente de la cara que tienes, no discuto que el cuerpo acompaña, que acompaña y mucho, el hecho de tenerte a miles de kilómetros hace que puedas creer que te soy sincero 🙂
Pero la cara que tienes aparte de ser preciosa es muy expresiva, transmite, da hasta miedo de lo guapa que es.
Ufff, señor D, me ha sacado los colores.
Pero no exagere querido maestro, mi cara es parecida a la de mil rubias inglesas más. Lo importante para mí es que usted la encuentre expresiva, que poder decir sin palabras es un arte.
Di que siendo sincero a mí quizá no debieras de hacerme gran caso, ya que siempre he sido forofo tuyo incondicional 🙂
Ah señor D, su opinión siempre ha sido de las que importan!!
beware bengal tigers….;)
hunter hunter?
prey?
atita con botas?
sólo me falta el ogro 😉
Todo lo que dices puede ser cierto, pero con esos arcos no hay león que se resista. Un beso
Bueno Idelfonso, por eso las armas hay que mantenerlas con filo 😉
¿Terremoto en las calles de La Habana? No, es que por ahí viene la Mar con botas. Imagino que así fue como rendiste al Turquino. Un abrazo.
jajjajaja, pues mira que no querido Enrique… el Turquino casi me rindió a mí porque no llevaba botas. Pero las cosas cambiarán 😉 Tsunamis al poder!!
Es rigurosamente cierto.
No llegue a encontrar las botas, perdido en la blancura de esa pose de espera 🙂
Ay Alberto… eso de la espera es más bien pose. 😉
Ya imaginaba, por eso te puse lo de la «pose» 🙂
Niña pero estás acabando pero haces MUY BIEN jajajajjajaa sólo que tienes que salir más seguido a comerte La Habana 😉 bsss
Mary, no has oído eso de «guarda pan pa’ Mayo»?
Sí… sí pero sabes que mejor lo guardamos para abril que es mi cumple 😉 jajajajaa
Gandía!
Quién yoooo?! I know 😛 y más en esa fecha jajajajjaa
Yo tenía unas rojas como las de Ted
Es una forma de acrecentar la belleza en unas lindas piernas.
Saludos.
Gracias efe… cuando quieras te las presto 😉
Muchas gracias.
y qué parte de La Habana te comiste?? una que tiene Un pedacito de Mar?? 🙂
Anjá, me pasé el día merendándome el Malecón 🙂
yo sabía!!
Yo amé a una mujer que usaba botas.
Tú has amado a muchas mujeres 😛
Y qué, chica?? Además, de donde tú sacas eso??? Te lo dijo Assange?
Yo tengo mis fuentes Kike… yo tengo mis fuentes 😛
Los informáticos son medio chismosos!
yo diría chismosos y medio 😉
pero tú me caes bien y ahora con botas más! jajajaja
Y di lo contrario para que veas 😛