Compañeros
«…Mal vestido y triste,
voy caminando por la calle vieja».
A. Machado
Y yo te acompaño. Voy contigo. Hablamos.
No nos separa nada: ni distancia, ni sexos.
Vamos del brazo juntos, caminando
como dos compañeros.
A veces te detienes. Levantas la cabeza.
Miras, sin ver, el cielo.
Y es como una cascada
de luz sobre mis hombros tu silencio.
Sonríes contemplando
la inmensa soledad del campo abierto,
y dices algo hermoso
sobre el río, los álamos, el pueblo…
Más que amante, amigo. Toda la extensión de compañero. Tus ojos tienen esa nitidez clara que emana de las verdades… y es que eres, en una palabra: honesto. Por eso te temo.
te temo de temer o te temo de el silencio de sus ojos?…
la segunda Camarero… la segunda.
para el destinatario del poema:
mijito… disculpa si te confundí… no es el silencio de sus ojos sino «el secreto de sus ojos»… mándate a correr y busca el filme que hay cosas que las mujeres no dicen dos veces…
Jajajajaja, Camarero, no me eches pa’lante!! jajajaja.
eso es solidaridad…
Coño mi cielo, que tú me conoces a mí primero!!!
sí, pero tú eres hembra y él es macho… es solidaridad de género…
#machista! 😛
ave maría!!!… como si no quisieras que se enterara!!!…
Que va Camarero… me estás descubriendo!!! tienes que aprender a ser más discreto 😛
eso no me lo creo!!!… mar, yo soy un viejito ya para que me digas que las mujeres son inocentes…
inocentísimas!!! ángeles somos O:-)