Hoy descubrí una palabra nueva. Y yo, que usualmente no tengo ansias de conquistadora, me sentí una Velázquez en toda la extensión del apellido.
En aras de la sinceridad confieso que fue más un descubrimiento al estilo penicilina, no obstante, siento que con él le doy vida a un acto que, hasta ahora, andaba huérfano de palabra. Acarrazarse (según la R.A.E.) no es otra cosa que abrazarse con fuerza.
Desde que la encontré tirada en la esquina del diccionario, me dio por hacerme la Teresita y adoptarla… Es cierto que no tiene bigotes ni come queso, pero sí mira a la Luna y parece de algodón. Además, tiene brazos largos que me cuelga al cuello y suena cascabeles si no soy feliz.
Para apropiarse de una, aprenda a conjugarla.
¡Me gusta! No tenía ni idea de su existencia.
Pues palabra nueva a guardar 🙂
Pequeño gran descubrimiento, sin duda.
Pues sí… y ya tengo pensasa una serie 😉
Ciertamente, hace falta una operación de emergencia para rescatar esa parte del idioma que se está perdiendo en el mar del olvido por la falta de uso.
pues ya yo fundé un club… con lema y todo 😉 Debería usted hacer otro tanto.
¿Un club? ¿Y cómo se hace eso?
Pues uniendo gente que ama lo mismo.
Bueno, para eso necesito tiempo, que acabo de aterrizar por aquí y apenas conozco a nadie aún. Aunque no te creas que no lo haré, porque me gusta la idea.
me avisas y me uno al tuyo too 🙂
Muchas gracias!