Ayer descubrí musarañas en mi cuarto. Andan dos rondando la vela negra que nunca enciendo y una tercera se ha hecho, con una de mis medias, una hermosa camita de almohadas blancas.
Hoy, espiando entre las cortinas, constaté que las de la vela son amarillas y se pasan la noche entera jugando a prenderle fuego a la pequeña bola de cera que se desespera cada vez que encienden un fósforo. También confirmé que el robo del calcetín fue llevado a cabo por una mamá morada que necesitaba descansar cómodamente y que hay pelusillas malvitas regadas por el piso.
Ya no tengo ni acceso al escaparate. Estas pijas musarañas se han metido de ocupas en mi casa y no me han dejado un espacio libre. Solo espero que no se enteren mis fantasmas. Se podrían poner hasta celosos.
Para que digan que mirar a las musarañas es perder el tiempo, ahora solo me falta que derribes el mito de las vacas mirando al tren, aunque me cuesta imaginarte de vaca.
Besos niña.
Sería apenas una ternerita 🙂
Cuidado con los pelos que dejan, eso es lo mas importante. Despues discutimos los detalles de derechos de autor 😉
Bueno… yo dejé claro que la definición es tuya.
de zorph en realidad
bueno… entonces de Zorph. Como tú quieras 🙂
no importa, las musarañas no tienen dueño