Ana tiene el pelo liso, rubísimo, como una pintura de Boticelli. María, en cambio, se parece a los dibujos inconclusos de Klimt, con el cuerpo y los orgasmos al aire libre.
Las dos hermanas recuerdan los cuentos de la Edad media en los que la niña buena se llevaba al príncipe y la otra, la malcriada, aprendía una lección que le servía de por vida.
Los cuentos de la Edad Media, si he de admitirlo, son una farsa. En el siglo XXI a la rubia le arrancan la cabeza mientras la pelirroja se vuelve puta. La rubia se enamora y sufre, a la del pelo rojo le pagan. Ninguna sale ganando.
Las dos, eso sí, se enamoran de los poetas.
Quizás las hermanas se enamoren de los poetas, pero este lector en particular se pregunta si debe escribir un poema del Medioevo, de pintores del renacimiento o de cuadros Art Noveau para por lo menos captar la atención de un mar..
Los mares siempre con espuma para los visitantes 🙂
soy dos siluetas en una
soy tango, soy vals
un lago oscuro con luna
una engañosa verdad
soy de cuerda el instrumento,
soy de viento y percusion
soy la causa y el tormento
que existe en tu corazon
soy la arritmia que acelera
soy tu espacio y dimension
soy tu cura mas severa
beso, toque y seduccion
soy un cuadro en tu mirada,
el pincel de tu ilusion
soy tu todo, casi nada
sueño, angustia y diversion
soy tu estrella inanimada,
soy tu noche y tu perdon
soy tu idea enrevesada
de locura y de obsesion
soy un trazo nuevo, intacto
un suspiro por tu piel
soy un baile, un artefacto
dueño, esclavo, siempre fiel
soy un cielo sin estrellas
soy la crisis sin misil,
soy cometa, soy centella
y si muero, muero en ti.
soy conciencia hecha mella
soy, existo y mas alla
soy la impronta de tu huella
un mensaje y nada mas.